Si te dijera que en estos días he pensado
que debo dejar salir mis sueños y
no alimentar los tuyos con mis muertes.
Estoy cansada, ya no quiero naufragar
en las palabras que me dan solo de un rato de alegría,
ni escuchar las mías quebrando el viento
quedando en el vacío inmenso de la soledad.

Si te dijera que odio el espejo
en donde tu sombra se acomoda
cuando no estás y que esas madrugadas
han sido sólo el sonido de juegos artificiales
que alegran un rato y después son solo humo.

Hoy no encuentro la razón de esa civilización
que juzga cuando se ama o se desea,
no encuentro acomodo entre las letras de la sociedad.
Me siento perdida, me dejas sin el sentido
que debe dejar el cuerpo que alimenta el lecho,
queriendo mudar de piel para no sentir tus manos
que me queman aún en tu ausencia.

Si te dijera que te odio por amarte tanto
y por tanto amarte voy muriendo…
porque no te tengo,
y porque no te tengo te odio más.

Si te dijera, si tan solo pudiera…